lunes, 26 de octubre de 2015

Cualquier cosa ... por registro.

 Quejarse en los chigres o el Facebook está bien, pero no es suficiente, más allá del desahogo momentáneo.
En el país de los ciegos ...
En especial cuando se trata de asuntos de la administración pública: la queja verbal es inútil.
El funcionario de turno espera que los ciudadanos conozcan y se atengan al Procedimiento Administrativo Común, como uno de ellos o, al menos, como algunos de los profesionales de las ayudas públicas.
Es un recurso político socorrido, pedir que cualquier queja o propuesta se haga por escrito; así se descarta a la mayoría de los "quejosos" y "proponedores".
Y sólo un ínfimo porcentaje pasa del primer escrito, por registro, por supuesto.

¿Pero todo esto no ha cambiado con la nueva administración local?
Cincuenta años después, ¿no cantábamos de nuevo que "Los tiempos están cambiando"?

Venid gente, reuníos, 
dondequiera que estéis 
y admitid que las aguas 
han crecido a vuestro alrededor 
y aceptad que pronto 
estaréis calados hasta los huesos, 
si creéis que estais a tiempo 
de salvaros 
será mejor que comencéis a nadar 
u os hundiréis como piedras 
porque los tiempos están cambiando...


Aún no son tiempos de cambio, sólo de recambio, y mientras tanto ... con la boina en la mano, saluda con humildad y vete recordando aquella coletilla de los escritos oficiales de petición ... gracia que espero alcanzar de vuecencia, a quién guarde Dios muchos años.

Porque los tiempos están cambiando, pero no está claro hacia donde.



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