viernes, 8 de julio de 2016

Tuberías de amianto y su eliminación responsable en Langreo

En Langreo ha resurgido el debate (con vocación de cerrarlo rápidamente) sobre la gestión del agua, pero no se ha mencionado en ningún momento lo relativo a la red de abastecimiento, en particular la sustitución de conducciones de agua y en concreto de las tuberías de fibrocemento, por las que discurre una parte indeterminada del caudal de agua que llega a nuestras casas.

No pretendo alarmar a nadie, sino plantear la necesidad de un plan de sustitución responsable de estas conducciones para su posterior eliminación, antes de que constituyan un riesgo importante y una amenaza para la salud pública en proporción directa con su antigüedad.

¿Es muy extensa la red de tuberías de fibrocemento en Langreo?.
Es el ayuntamiento de Langreo quien puede decirlo a través de la empresa mixta Aguas de Langreo, que en su origen se comprometió a la renovación de la red de agua.

Según la Encuesta de 2006 de la AEAS, el fibrocemento era entonces el material más común (30% de las redes, unos 45.000 Km.), especialmente en las poblaciones con menor número de habitantes.
En la Encuesta de 2008, esta cifra había bajado hasta el 26,4% (aproximadamente unos 40.000 Km). Por tanto, la extensión del fibrocemento es alta en general.
Esta progresiva disminución de su presencia está relacionada sobre todo con la “vida útil” de estas conducciones.
Según AEAS en las redes de saneamiento el 63%  se encuentra en mal estado, debido a la propia antigüedad de las instalaciones.
Respecto a las redes de abastecimiento, el 32% tiene más de 30 años y el 64% más de 15.

¿Y cuál es la antigüedad de las tuberías de fibrocemento en Langreo?
Es el ayuntamiento de Langreo quien puede decirlo a través de la empresa mixta Aguas de Langreo.

 ¿Cuál es la peligrosidad real de las tuberías de fibrocemento?.
El riesgo más evidente  del fibrocemento se centra en la inhalación de fibras de amianto que se produce por su dispersión en el medio ambiente de restos o por la utilización de técnicas agresivas de corte o abrasión sobre este material sin protección adecuada. 
Para manipular este tipo de materiales se requiere equipos de protección individual de categoría III (mascarilla facial completa autofiltrante motorizada, gafas de protección, guantes de nitrilo y mono desechable sin bolsillos ni costuras).


Dentro de la clasificación de riesgos por amianto, las tuberías están catalogadas como de bajo riesgo por entrar en la condición de material no friable, a no ser que se produzcan reparaciones y cortes sobre las mismas, donde parte de las fibras pueden ser liberadas al aire.
Es el momento donde más riesgo hay de que se genere polvo de amianto, que puede ser perjudicial para la salud.
El problema se daría ante roturas o manipulaciones que requerirían personal equipado con protección y zonas de aislamiento para los trabajos.
El corte de tuberías de fibrocemento suelen derivar de un trabajo de reparación y mantenimiento de materiales con amianto que está explícitamente incluido en el campo de aplicación del RD 396/2006. Estos trabajos tienen lugar generalmente al aire libre, en ciudades o en el campo, sobre conductos aéreos o enterrados.
Estos trabajos de reparación sólo pueden ser realizados por empresas inscritas en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) y que dispongan de un plan de trabajo aprobado de acuerdo al citado Real Decreto.
El plan de trabajo consiste en la descripción escrita de la secuencia de operaciones necesarias para la realización de las operaciones, así como los medios materiales y humanos previstos para su ejecución de forma segura y organizada incluyendo desde la preparación de la zona de trabajo hasta la limpieza final.


Recientes estudios, no desprecian el riesgo de las tuberías al ser desgastadas y erosionadas por el agua y por materiales en suspensión.
Riesgo que no es inmediato pero que se eleva tras décadas de servicio de las conducciones.
La  utilización de tuberías de fibrocemento en el abastecimiento de agua potable puede producir el aumento de los niveles de trilometanos por encima del límite establecido por las autoridades sanitarias en un máximo de 100 microgramos/litro.
El desgaste del material tras 40 años de servicio puede llegar reducir su sección en hasta 8 mm.
La consecuencia sería que las fibras de amianto quedarían expuestas al contacto con el agua pluvial, residual o potable.

¿Cuál sería su cantidad en posible contacto o suspensión que llegaría al consumo humano?
Según varios informes de la OMS empleando el valor de millones de fibras por litro (1 MFL), parece que nuestra agua podría contener un valor de seguridad menor de 7 MFL considerado de riesgo y cercano a 1 o menor que 1.
Si en un hogar entran por ejemplo 142 litros de consumo medio establecido en España, estaríamos hablando de 142 millones de fibras de amianto por persona a través del agua del grifo. 
Según los estudios de extensión del fibrocemento, bien subiría el porcentaje de población afectada o la concentración de MFL.
La mayor parte del consumo se destina a los electrodomésticos del hogar que implicarían la evacuación a la red de saneamiento y otra pequeña parte al consumo directo (2 litros) que implica 2 millones de fibras.
A partir de 7 MFL  si se puede establecer relación con aumento de cánceres gastrointestinales según el SDWC y la ATSDR de EEUU. Según la OMS el agua que consumimos puede tener mayor o menor concentración de fibras de amianto.

Encontramos fuentes oficiales que nos indican una relación ingesta de agua con fibras de amianto con enfermedades cancerígenas y otras que no encuentran evidencias suficientes de esa relación.

En 2013 el Parlamento Europeo aprobó una resolución clara donde hace referencia a la presencia de amianto en las redes de agua y más detalladamente en “el agua potable que se distribuye a través de conductos de amianto-cemento”. Se hace especial hincapié en las enfermedades cancerígenas relacionadas con la inhalación de amianto (cáncer de pulmón y mesotelioma pleural), pero también se menciona que “la ingestión de agua procedente de  tuberías de fibrocemento y contaminadas con dichas fibras, que son reconocidas como riesgo para la salud y pueden tardar varios decenios, en algunos casos más de cuarenta años en manifestarse”.




¿Ante estos datos y estudios es necesaria la sustitución de tuberías de fibrocemento en Langreo?
A pesar de que el fibrocemento con amianto es un grave riesgo para los trabajadores encargados del mantenimiento de las redes y para los vecinos ocasionales que coinciden con las tareas de reparación sin que se tomen medidas de aislamiento y de seguridad, es más que aconsejable su sustitución con las medidas de seguridad estricta que requiere y con el traslado y tratamiento responsable de los residuos. 
Las conclusiones imponen la precaución puesto que con el amianto no hay dosis segura ni riesgo cero de que las enfermedades malignas se den en algunos casos. Tal como destaca el Parlamento Europeo  en su resolución (2012/2065(INI). «no se ha establecido un nivel seguro de exposición al amianto», ya sea por inhalación o por ingesta a través del agua. 
Como la mayor parte de la tuberías son muy antiguas y dan lugar a frecuentes averías, convierten el fibrocemento en material más desmenuzable (friable) y más peligroso. 
Cuando las conducciones se acercan al fin de su vida útil, por ley han de retirarse y depositar en vertederos controlados, en condiciones de seguridad. 

¿Se han tratado las tuberías averiadas en Langreo con las medidas de seguridad adecuadas? 
Queremos creer que si, pero por ignorancia, dejadez, urgencia o economía podrían encontrarse obras de reparación de tuberías sin que se cumplan las estrictas normas legales, poniendo en peligro a los trabajadores y a los vecinos. 
Es el ayuntamiento quien debería vigilar el cumplimiento de  las normas y preservar la salud pública. 

En el caso del agua de abastecimiento empleada como potable, existe la duda razonable de que la servida a través de tuberías de fibrocemento produzca riesgos evidentes. 
Aunque no hay pruebas concluyentes como para el caso del amianto inhalado, sin embargo el principio de precaución aconseja una sustitución urgente de estas conducciones al final de su servicio.  
Por tanto es cada vez más urgente el diseño de un plan de sustitución completa de las conducciones de agua con fibrocemento. 

¿Cuánto supondría la inversión de la sustitución completa de las tuberías de fibrocemento en Langreo?
No importa tanto cuanto, como quién está afectado y quién debe pagar la factura, como en el caso de Nitrastur.


Las tuberías de fibrocemento a base de fibras de amianto y cemento se generalizaron en las redes de agua en España y Europa desde los años 40.
En nuestro país es la expresión del auge económico de la industria cementera y del sector de la construcción.
La Directiva Europea 1999/77 ya limitaba el uso y comercialización de sustancias como el amianto y por extensión de las tuberías de fibrocemento.
Desde 2003 están totalmente prohibidas tanto en usos como en comercialización por la directiva europea 2003/18/CE y se marca su sustitución por otros materiales dada su potencial peligrosidad en el tiempo.
Su destino final será un vertedero de residuos no peligrosos, aunque encierra un cierto peligro. 















En España, durante periodo que va de 1920 a 1984, para la elaboración del fibrocemento se incorporaba crocidolita o amianto azul.
Esta fibra de asbesto (amianto), que es la de mayor potencial carcinógeno, se utilizaba por su elevada resistencia mecánica y a la erosión, en una proporción de hasta un 25%.
Ya entre el año 1984 y 2002, para la fabricación del fibrocemento se añadía exclusivamente crisotilo o amianto blanco (fibra de asbesto con menor potencial carcinógeno). 
A partir de 2003 como queda prohibido en España el uso y comercialización de todo tipo de amianto en la industria del fibrocemento, ya sólo queda un cuantioso legado de materiales a base de fibrocemento, sobre todo en elementos constructivos.

A diferencia de las cubiertas de fibrocemento, que podemos localizar visualmente (las conocidas “uralitas”), y que podrían ser objeto de detección y rastreo, de los cientos de miles de kilómetros de tuberías de fibrocemento que se instalaron en España, tan sólo una parte de ellas es visible.

La gran mayoría de estas conducciones están ocultas a nuestra vista, enterradas, bajo nuestras calles, caminos, y campos, o aún en servicio.  Las partes sobrantes de conducciones y construcciones o sobrantes de una instalación, y que no se retiraron en su debido momento, se encuentran dispersas o abandonadas entre la vegetación del entorno.
Es la desidia, negligencia e irresponsabilidad de las “autoridades competentes” y nuestra propia indiferencia, la que puede convertir esos restos en verdaderos elementos de riesgo para la salud pública.


1 comentario:

  1. Espero que algún día el titular no sea que pasará con aguas de langreo sino que pasará con los trabajadores de aguas de langreo. Nadie se acuerda de ellos y son los que van a pagar las decisiones políticas, decisiones de un gobierno comunista que debería mirar precisamente para la clase obrera, pero ya se sabe que si por el alcalde fuera, ya hace meses las 50 familias que dependen de aguas de langreo ya lo estarían pasando mal.
    Una pena que pase todo esto cuando es bien sabido que el anterior gobierno de IU tenía planeado privatizar el agua con una empresa elegida por ellos.
    Pero bueno ya se sabe que los políticos no van a ser los que estén cuando la clase obrera los necesite.
    Ahora desprivatizarlo que como lo público funciona tan bien (limpieza... De pena, jardinería... De pena) y los pueblos que antes pasaban días y fines de semana enteros sin agua pues volverán al pasado de dias y días sin agua.
    Y por favor no os olvidéis que se está jugando con el pan de 50 familias pobres que lo único que quieren es un trabajo para poder ir tirando.

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